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III Congreso de la Federación Iberoamericana del Síndrome de Down (FIADOWN)
El CERMI llama a la región latinoamericana a dar pasos firmes en favor de la internacionalización de la discapacidad
23/10/2013
El CERMI ha hecho un llamamiento a la internacionalización del movimiento social de la discapacidad en el área regional latinoamericana, a través de la creación de estructuras asociativas transnacionales que ayuden a delinear un rostro visible e identificable de la discapacidad en esta parte del mundo. A juicio del CERMI, la discapacidad organizada, a escala transnacional, tiene una función en la gobernanza de la globalización económica y política, y la creación de la FIADOWN es una buena práctica en este sentido.
En el marco del III Congreso de la Federación Iberoamericana del Síndrome de Down (FIADOWN), que se celebra del 23 al 25 de octubre de 2013 en Monterrey (México), los representantes del CERMI, invitados en este evento para explicar el modelo español de organización de la discapacidad, han puesto el énfasis en la necesidad de articular fórmulas asociativas que trasciendan la dimensión nacional, que se queda corta y resulta débil para encarar los desafíos que plantean la inclusión y la efectividad de los derechos de las personas con discapacidad en todo el mundo.
Ante representantes de más de veinte países latinoamericanos, el CERMI ha insistido en la idea de que la globalización, proceso imparable cuyas riendas no sabemos en qué manos están, no puede ser solo económica o política, ha de tener también e ineludiblemente una componente ciudadana, que haga de contrapeso y reequilibre las tendencias a la concentración del poder global en minorías dominantes cada vez más exiguas.
A juicio del CERMI, la discapacidad organizada, a escala transnacional, tiene una función en la gobernanza de la globalización económica y política, y la creación de la FIADOWN es una buena práctica en este sentido. Las políticas y los procesos sociales y económicos no son neutros ni azarosos, responden a vectores de fuerza y poder, y la ciudadanía activa y comprometida, como la que representan las personas con discapacidad y sus familias que militan en organizaciones, tiene que hacerse presente e influir en los nuevos teatros de decisión, y la internacionalización es una vía para ese objetivo.